El poder de la experiencia grupal

A menudo pensamos que la experiencia individual, uno a uno con nuestro coach y/o terapeuta es más profunda que una reflexión colectiva. Valoramos la privacidad que solo ocurre en ese espacio íntimo. Quizás por eso mismo, abrimos espacios que en lo grupal probablemente no lo haríamos. Se genera un vínculo de cercanía que permite la apertura y la generación de confianza. Para personas que son más introvertidas, les facilita la apertura, genera menos inhibiciones para abrir su corazón, contar sus vergüenzas, sus secretos, sus miedos. Es una conversación directa de ida y vuelta, donde interactúan dos observadores diferentes reflexionando sobre un quiebre/tensión/problema a dilucidar. 

¿Qué nos trae la reflexión grupal? 

Acabamos de tener una experiencia que puso de manifiesto lo poderoso que es la reflexión grupal en la primera sesión del taller de Sueños. El trabajo individual desarrollado en grupo. El compartir un sueño personal en el colectivo. Los/las participantes reportaron colectivamente como el poder de lo grupal había sido muy significativo para cada uno de ellos. 

Cuando realizamos reflexión grupal, cada persona tiene la posibilidad de expresar su sentir, motivado por la experiencia del otro/a. El propio sentir. Qué me mueve, qué me rememora, con qué me conecta de mi propio ser. Cómo la experiencia del otro ser hace eco en mí. Vivenciamos que no somos tan distintos ni originales, que nos identificamos con ese otro. Hay dolores, alegrías comunes, estamos viviendo en una misma cultura, un mismo idioma, en una misma sociedad, en una misma era, valoramos ciertas cosas comunes, por lo tanto RESONAMOS

Todo lo que el otro dice desde su observador, desde su propia vivencia, corporalidad, emoción, desde su historia… resuena con algo propio. Podemos resolver temas individuales a propósito de lo que otro trae en sus reflexiones en el colectivo.

Podemos afirmar que existe un “cuerpo grupal”. Rupert Sheldrake, bioquímico británico, señala que existe un campo morfogenético o “mente extendida”. “Estos campos actúan como una especie de memoria colectiva que afecta el desarrollo y el comportamiento de los sistemas en el tiempo y el espacio”. 

La suma de cada integrante, es más que la suma de sus partes. Existe algo que nos convoca como humanidad, como tribu, como manada, que nos resuena. Es nuestra resonancia límbica mamífera a nivel instintivo y a nivel reflexivo.  Es así, como declara Sheldrake, que “la resonancia entre sistemas similares puede facilitar el aprendizaje y el desarrollo”. Convoca a nuestra intuición colectiva.

La palabra de uno es la voz de muchos otros. 

Ana María Torres

Coach Senior

Abril 2024

Pamela Zahler